La
epidermis o capa externa de la piel consiste en células llamadas queratinocitos
que poseen un esqueleto intracelular muy robusto constituido por una proteína
llamada queratina. Estas células se dividen rápidamente en la región más honda
de la epidermis e impulsan hacia arriba las células que tienen por encima.
Cuando ya han recorrido alrededor de la mitad del trecho que media entre el
fondo de esta capa y la parte superior, las células experimentan una muerte
programada.
El núcleo cae hacia dentro en espiral y deja capas alternas de
membrana celular, formada por lípidos, y de interior, consistente
mayoritariamente en queratina, una sustancia muy amante del agua. La capa
externa de la epidermis, llamada estrato córneo, está compuesta por tanto por
esas bandas alternas. Cuando las manos se empapan de agua, la queratina la
absorbe y se hincha. El interior de los dedos, en cambio, no sufre ningún
abultamiento. Como consecuencia hay una cantidad excesiva de estrato córneo y
este se arruga igual que una falda fruncida.
Esta acumulación se produce en lo
dedos de las manos y los pies porque la epidermis es mucho más gruesa ahí que
en cualquier otra parte del cuerpo. El pelo y las uñas que poseen otros tipos
de queratina también absorben algo de agua y por eso se ablandan.
Otro dato importante de saber:
Pasar mucho
tiempo en el baño hidrata la piel, pero por poco tiempo. Todo el exceso de agua
se evapora rápidamente y deja la piel más seca que al principio. Las grasas que
retienen el agua suelen desaparecer con el baño, sobretodo si se usa agua caliente
y jabón. Pero si se aplica un aceite antes de que la piel se seque se retiene
gran parte del agua absorbida. Por lo tanto, un buen sistema para hidratar la
piel consiste en aplicar una capa de aceite de baño o de una crema justo
después del baño o la ducha.
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